Melania Guerrero Rodríguez nació en Santo Domingo, se traslada con sus padres a la ciudad de San Cristóbal donde pasa los primeros años de su vida, esto por los inconvenientes que existían en el transporte de entonces, que le hacían difícil el acceso a su madre al Instituto Politécnico Loyola, en el que impartía docencia. En el colegio San Rafael inicia sus primeros estudios, hasta el octavo curso de primaria. Luego regresa a Santo Domingo y estudia en los liceos Juan Pablo Duarte y el Paraguay, concluyendo sus estudios en el colegio Mora Nova del Ensanche Luperón. En el 1971 ingresa a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) a los estudios de licenciatura en historia; próximo a finalizar la carrera se entera por vía de su novio de que en la Biblioteca Nacional se impartiría un curso para auxiliares de biblioteca, en el cual se inscribe y recibe de Ricardo las instrucciones pertinentes para ir con una base sólida al mismo, de él recibió empuje y motivación ya que de por sí él llevaba tiempo en el manejo y conocimiento de la bibliotecología, por ser auxiliar en la Biblioteca Nacional trabajando con personalidades importantes del campo como Marta de Castro, Ramón Pereira y Pablo Lorenzo entre .
El curso de auxiliar tuvo una duración de tres meses, tiempo en el que se retiro momentáneamente de la licenciatura en historia. Al finalizar inmediatamente consiguió trabajo en la Biblioteca de la Oficina Nacional de Estadística,. Luego concursa en la UASD para auxiliar de biblioteca, y en marzo del 1977 empezó a trabajar en la Biblioteca Fray Bartolomé de Las Casas; luego de un año participa en otro concurso para optar por el puesto de Auxiliar II y consigue el pase. Asignada a trabajar en la sala de bibliografía dominicana en donde entre muchas cosas maneja todo lo referente a publicaciones periódicas, tesis – y hasta por la experiencia de haber recibido de Roberto Casa, gran historiador dominicano la asignatura Método de Investigación Bibliográfica-, el manejo de historia universal e historia de América y todo lo referente a la conquista. Melania así era buscada por investigadores, por los conocimientos que poseía y que les proporcionaba la documentación requerida por ellos. Entre estos investigadores que solicitaban su ayuda podemos mencionar al padre Vicente Rubio historiador que residía en Santo Domingo, de la congregación de los jesuitas, Raymundo González, Fernando Pérez Memen, Ciriaco Landolfi, entre otros.
Al finalizar la licenciatura en historia, iba a la par este conocimiento con el de la bibliotecología el cual sabia conjugar para facilitar información y ayuda a nacionales y extranjeros que la requerían.
Después de durar ocho años en la sala dominicana la envían a procesos técnicos en donde se relaciona con expertos en la materia, los mencionados Pablo Lorenzo Ramón Pereira, y quien fuera su supervisor Franklin Gómez; de todos se siente agradecidos por el apoyo recibido y por experiencia y conocimiento que de ellos asimilo.
La inquietud de Melania fue tal, que en el 1979 se inscribe en la Universidad Mundial a estudiar la licenciatura en bibliotecología, relacionándose con los colegas bibliotecarios, unos conocidos y otros con quienes compartió en las aulas por primera vez. Con veinte siete (27) estudiantes más. En esta licenciatura logra llegar hasta el 8vo trimestre de doce, y es que, se vio obligada a suspender los estudios por presentar problemas de salud.
En el 1997 participa en México en la Ferial del Libro en donde se realizó un taller para profesionales de la información. En el 1998 participa en Miami en Acuril, y entre otros más. Participó en las Conferencias de ACURIL, realizadas en el país, tanto en el año 1979 trabajo en la Biblioteca de la Oficina Nacional de Estadística,. Luego concursa en la UASD para auxiliar de biblioteca, y en marzo del 1977 empezó a trabajar en la Biblioteca Fray Bartolomé de Las Casascomo en 1997.Es miembro personal de ACURIL:
El reto más grande que tuvo que afrontar en el campo de la bibliotecología fue haberse atrevido a dirigir el departamento de procesos técnico de la biblioteca de la UASD por donde habían desfilado a los que ella llama Titanes de la Bibliotecología en la Republica Dominicana, y considera como sus maestros: Manuel Roa, Ramón Pereira, y Pablo Lorenzo, estos dos últimos fallecidos; continuar la obra de sus formadores y el hecho de haberle dado la oportunidad de estar ahí fue para ella un reto, un desafío y una satisfacción que la enorgullece. Habla también de la doctora Miriam Michael a la que considera como una excelente profesional, aunque no trabajo directamente con ella, recibió algunas clases, en el curso de auxiliar de la Biblioteca Nacional, en la Universidad Mundial y luego en la UASD, cuando recibió el técnico en bibliotecología, que le impartió introducción a la bibliotecología y publicaciones periódicas. Melania una vez le comunico que cuando tenia un examen de su clase cerraba los ojos y se acordaba de sus gesticulaciones, sus gestos y de todo el contagio que le transmitía: las primeras publicaciones periódicas, los pioneros en el campo, y a consideración de ella, son la mejor forma de estudiar.
El curso de auxiliar tuvo una duración de tres meses, tiempo en el que se retiro momentáneamente de la licenciatura en historia. Al finalizar inmediatamente consiguió trabajo en la Biblioteca de la Oficina Nacional de Estadística,. Luego concursa en la UASD para auxiliar de biblioteca, y en marzo del 1977 empezó a trabajar en la Biblioteca Fray Bartolomé de Las Casas; luego de un año participa en otro concurso para optar por el puesto de Auxiliar II y consigue el pase. Asignada a trabajar en la sala de bibliografía dominicana en donde entre muchas cosas maneja todo lo referente a publicaciones periódicas, tesis – y hasta por la experiencia de haber recibido de Roberto Casa, gran historiador dominicano la asignatura Método de Investigación Bibliográfica-, el manejo de historia universal e historia de América y todo lo referente a la conquista. Melania así era buscada por investigadores, por los conocimientos que poseía y que les proporcionaba la documentación requerida por ellos. Entre estos investigadores que solicitaban su ayuda podemos mencionar al padre Vicente Rubio historiador que residía en Santo Domingo, de la congregación de los jesuitas, Raymundo González, Fernando Pérez Memen, Ciriaco Landolfi, entre otros.
Al finalizar la licenciatura en historia, iba a la par este conocimiento con el de la bibliotecología el cual sabia conjugar para facilitar información y ayuda a nacionales y extranjeros que la requerían.
Después de durar ocho años en la sala dominicana la envían a procesos técnicos en donde se relaciona con expertos en la materia, los mencionados Pablo Lorenzo Ramón Pereira, y quien fuera su supervisor Franklin Gómez; de todos se siente agradecidos por el apoyo recibido y por experiencia y conocimiento que de ellos asimilo.
La inquietud de Melania fue tal, que en el 1979 se inscribe en la Universidad Mundial a estudiar la licenciatura en bibliotecología, relacionándose con los colegas bibliotecarios, unos conocidos y otros con quienes compartió en las aulas por primera vez. Con veinte siete (27) estudiantes más. En esta licenciatura logra llegar hasta el 8vo trimestre de doce, y es que, se vio obligada a suspender los estudios por presentar problemas de salud.
En el 1997 participa en México en la Ferial del Libro en donde se realizó un taller para profesionales de la información. En el 1998 participa en Miami en Acuril, y entre otros más. Participó en las Conferencias de ACURIL, realizadas en el país, tanto en el año 1979 trabajo en la Biblioteca de la Oficina Nacional de Estadística,. Luego concursa en la UASD para auxiliar de biblioteca, y en marzo del 1977 empezó a trabajar en la Biblioteca Fray Bartolomé de Las Casascomo en 1997.Es miembro personal de ACURIL:
El reto más grande que tuvo que afrontar en el campo de la bibliotecología fue haberse atrevido a dirigir el departamento de procesos técnico de la biblioteca de la UASD por donde habían desfilado a los que ella llama Titanes de la Bibliotecología en la Republica Dominicana, y considera como sus maestros: Manuel Roa, Ramón Pereira, y Pablo Lorenzo, estos dos últimos fallecidos; continuar la obra de sus formadores y el hecho de haberle dado la oportunidad de estar ahí fue para ella un reto, un desafío y una satisfacción que la enorgullece. Habla también de la doctora Miriam Michael a la que considera como una excelente profesional, aunque no trabajo directamente con ella, recibió algunas clases, en el curso de auxiliar de la Biblioteca Nacional, en la Universidad Mundial y luego en la UASD, cuando recibió el técnico en bibliotecología, que le impartió introducción a la bibliotecología y publicaciones periódicas. Melania una vez le comunico que cuando tenia un examen de su clase cerraba los ojos y se acordaba de sus gesticulaciones, sus gestos y de todo el contagio que le transmitía: las primeras publicaciones periódicas, los pioneros en el campo, y a consideración de ella, son la mejor forma de estudiar.
La mayor aportación de Melania al campo de la información fue haber trabajado en la Biblioteca de la UASD, aun con todas las limitaciones y servir de facilitador a todos los usuarios e investigadores que le requerían en busca de información, por referencia de otros porque sabían que por su vía recibirían además de libros, orientación. Testigo de esto lo es el mismo Roberto Casa, Raymundo Gonzáles, Pérez Memen. Algunos auxiliares en ocasiones cuando le solicitaban información decían que no la tenían, y al instante Melania les corregía hasta tal punto que abandonaba la sala dominicana y procesos técnicos e iba al lugar donde estaba la información requerida, incluso hasta los depósitos en donde tuvo la oportunidad de rescatar una colección de autores españoles muy usada por el historiador el padre Vicente Rubio y Raymundo González colaborador de este, la cual se encontraba en mal estado, luego se reparo y condiciono. Esta colección pertenece al Fondo Antiguo de la Biblioteca.
Es coautora conjuntamente en el 1997 con los colegas Alejandro Paulino, Ramón Ramírez, Santa Potters y Manuel Morales del Manual para Auxiliar Bibliotecario, sobre conceptos básicos de bibliotecología. Escribió Manual Sobre Uso y Manejo de la Biblioteca, en el 1998 para el uso de la biblioteca de la AUSD.
Si se habla de satisfacciones en el campo de la bibliotecología Melania diría que la más grande fue la construcción de la nueva biblioteca de la UASD, y con esto se tomo en cuenta el trabajo de los bibliotecarios, y a la vez el trabajo realizado por ella, al ser escogida nueva vez para dirigirla. La Biblioteca que fue llamada Fray Bartolomé de las Casas es hoy Pedro Mir en honor al Poeta Nacional, por sus aportes a las letras y su alto contenido patrio......
Perteneció particularmente a ACURIL y a ASODOBI.
Según Melania Guerrero los valores y actitudes sean de no perder la esencia de lo que es un bibliotecario, la de servir, y mantener ese contacto con los usuarios; es decir que no se pierda la condición de informar y servir, de una forma personalizada, que es la mayor satisfacción cuando nos percatamos de la como el usuario valora nuestro servicio brindado. Un profesional de la información debe ser cortés, no discriminar ni por raza, ideología ni tener preferencia por ningún usuario en especial.
Entrevista realizada por Juan Domingo Cepeda, para la actividad “Grandes en el Campo de la Bibliotecología Dominicana” Coordinado por la Dra. Luisa Vigo-Cepeda, 23 de noviembre de 2005
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